Ángeles Carretero Casar

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Hoy no es un día cualquiera





        Ha llegado el momento de asumir los designios del destino por lo que hoy no es un día cualquiera. Hoy levantamos nuestras banderas de guerreros de la paz para que juntos establezcamos una armonía y una sinergia que alcance a todos los seres humanos del planeta en una danza sublime y conmovedora, para que las dudas, los temores y los miedos se apacigüen con el bálsamo del amor y de la esperanza y así liberar toda nuestra fuerza y energía para poder seguir adelante con nuestro objetivo: la paz, con la confianza que procura bienestar a todos aquellos que sienten que forman parte del Alma Universal.
        Hoy no es un día cualquiera porque los guerreros de la paz se han unido en un canto de alegría que llena el aire de hilos luminosos que tejen las voces de millones de personas exigiendo paz; luces que como estrellas fugaces traen deseos de esperanza, deteniendo el tiempo en un momento de serenidad y sosiego.
        La belleza de los rayos del sol declinando su luz, dando la bienvenida al ocaso con sus colores y belleza saludan al océano de las estrellas… Hoy no es un día cualquiera porque el reino de la noche nos brinda el perfume de sus damas que endulzan el aire para que los espíritus nocturnos se serenen y descansen, dejando que la magia de la noche con su gracia y misterio den paso a la llegada del alba que con su esfera dorada y bermeja saluda y da la bienvenida a la otra mitad del planeta donde nacerán nuevas historias e ilusiones, sabiendo en lo más íntimo del alma que hay que tener fuerzas para elevarse ya que cada día cerramos un ciclo, saludando al ocaso y al amanecer… y con esa gracia que alegra al ojo humano nos hagan sentir que hoy no es un día cualquiera.
        Han pasado miles de años y se siguen oyendo gritos que arañan el aire y sentimos que las gotas de luz que trae la lluvia no amortiguan ese dolor y que las lágrimas de millones de personas mojan la tierra haciendo que los demás podamos percibir ese olor a tierra mojada inundada de lágrimas de tortura y de angustia…; tierra que sufre y grita desde su interior, haciéndonos sentir que es hora de levantar las banderas de la paz para curar los arañazos de súplicas que rasgan el cielo; para deshacer las esculturas con espinas que nos atraviesan la carne y son trampas para nuestras almas.
        Hoy no es un día cualquiera aunque el sufrimiento y la desesperación sigan desgarrando el aire que respiramos, contaminado por decisiones de algunos señores que solo piensan en dividir al mundo para tener más poder y mantener bajo su yugo a millones de personas. Noticias trágicas, familias desgarradas sin esperanza, personas anónimas que se quedan en la cuneta del camino con su frágil esperanza; corazones rotos, llantos y algunas risas… Hoy levantamos las banderas de la paz para aportar luz y esperanza al enigma de nuestro presente y que nuestros pensamientos más profundos se unan en un mandala de compasión, de esperanza y de justicia.
        Hoy no es un día cualquiera porque hemos decidido que ya no toleraremos más el sufrimiento atroz, horrible de millones de seres humanos solo porque algunas personas tengan bulimia de guerra, individuos con corazones de metal, corazones ingratos que no saben lo que significa la compasión, la justicia, el respeto, la solidaridad; individuos que han olvidado lo que significa ser un Ser Humano.
        Hoy no es un día cualquiera porque el amanecer nos trae el aire puro y suave como un bálsamo para nuestra vieja alma y nuestros ojos cansados para que podamos ver campos de lavanda, de girasoles, de almendros en flor; volcanes majestuosos que se levantan en medio de montañas y nos hacen sentir la grandiosidad de la Naturaleza; los rayos del sol nos bañan y nos acarician trayendo coraje y fuerza para mantenernos vivos y seguir luchando por los derechos de cada uno de los seres vivos que componen esta gran belleza natural que es nuestra casa la Madre Tierra.
        El sol, la luna, las estrellas, el aire, el agua, las montañas, los volcanes, los desiertos, los árboles, los seres vivos, todos y cada uno de los átomos que componen el universo y la naturaleza se mueven y giran alrededor de la Luz, por esto, hoy no es un día cualquiera porque la magia de la vida nos aporta luz a nuestro presente inseguro para que las puertas se abran, caigan los muros y se tiendan puentes para que todos podamos seguir avanzando, conviviendo, aprendiendo mutuamente con solidaridad y respeto.
        Hoy no es un día cualquiera porque levantamos nuestras banderas de la paz entonando el himno de la alegría con voluntad, con fuerza, con determinación y con coraje para que reinventemos nuestras acciones, aprendamos de nuestros errores, reflexionemos que hay millones de seres humanos en la miseria y en un sufrimiento atroz. Tenemos que adaptarnos a las leyes universales del equilibrio y de la armonía, del amor y de la esperanza, yo las guardaré en mi corazón, en ese rincón sagrado de mi alma para seguir compartiéndolas y seguir luchando por los Derechos de los Seres Humanos.